Tuesday, January 22, 2013

Barbas

En mi trabajo tengo oportunidad de cruzar palabras con mucha gente y aunque muchas de nuestras conversaciones son un intento de venderle un producto, otras tantas veces es simplemente fangirling alguna serie, película o banda junto a clientes. Entre esas convesaciones superficiales se cuelan los gustos personales del cliente en cuestión y muchas veces para que esa información se traduzca en una venta uno tiene que revelar los gustos de uno, para mantener viva la conversación y conectar mejor. En varias ocasiones hemos llegado al tema de la barbas. Usualmente la conversacion sigue de esta forma:

Yo: A mi me encanta tal-personaje-barbudo
Persona: Ay no, a mí quien me me gusta es tal-personaje-sin-pelos-en-la-cara
Yo: Ah sí, ese es el que me mencionan siempre, pero a mí me gusta mas tal-personaje-barbudo, aunque seguramente es por las barbas, me encantan los hombres con barbas
Persona: Uy a mí no, eso __________ (pica, se ve feo, se ve sucio, se ve viejo, etc)
Yo: No se, a mí me encantan

La aversión a las barbas es una general. Ahora mismo la gente joven que se deja crecer pelos en la cara porque de verdad quieren tener pelos en la cara es muy poca. Culpo a las compañías de navajas de afeitar por crear el esteriotipo de hombre sin pelos en la cara: lindo, sexy y limpio, que a las mujeres les gusta más versus hombre con barbas: descuidao y sucio.

Si miro hacia atrás los hombres más importantes en mi vida tenían barbas. Ambos tíos míos tenían barba completa cuando era pequeña, uno tenía una barba tan negra que a veces se veía media azul con una que otra cana salteada por ahí y otro tenía una barba negra y blanca. Sus barbas nunca se ensuciaban, ambos eran extremadamente limpios, de buenos modales y de ninguna forma descuidados. Los hombres de barba de mi niñez fueron los que me dedicaron tiempo, los que con cada visita a casa de mi abuela llenaban mis tardes y sanaban mi eterno aburrimiento. Había también dos hombres con bigotes, uno el novio de mi mamá y papá de mi hermana y otro el esposo de mi tía. Ambos de aspecto severo, poco amorosos y distantes, pero hombres que aún desde mi niñez veía que eran confiables, que resolvían problemas y que se podía contar con ellos. Los hombres sin barbas eran otro cantar. El único que no tenía pelos en la cara era mi tío drogadicto, al que quería muchísimo, pero sabía que no era confiable, que no era "bueno" porque causaba problemas y que pocas veces me daba de su tiempo porque cuando estaba libre estaba en sus asuntos y usualmente en proceso de meterse en problemas, y cuando estaba preso lo que nos tocaba era escuchar sus aventuras y chismes de la cárcel durante las visitas.

No creo que la ecuación sea difícil, mi ideal masculino asemeja las figura masculinas importantes en mi niñez, hombres barbados que daban seguridad, hombres confiables y sinceros. Supongo que a eso se debe que se me haga difícil encontrar a un hombre sin vello facial atractivo y que por eso me acerco a ellos con tanta cautela.


Data de Star Trek TNG experimentando con barbas. Por que sí.

4 comments:

  1. Nunca lo había pensado de esta forma.

    Me gustó mucho este post, menguline. :D

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  2. Tengo un amigo con barba y le gusta proteger a las personas. Creo que quiere ser un anti-heroe :P

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